Ésta es la pregunta que cualquier niña que se
hubiera presentado a la preselección de corte de honor de la fallera mayor de
Valencia y no hubiese salido les podría decir a sus padres.
Pero también es la misma pregunta que
cualquier niño de cualquier comisión podría hacerle a los suyos.
¿Por
qué no? ¿Por
qué no hay un presidente infantil que represente a todos los niños del Cap i
Casal y por el contrario sí que hay un presidente mayor que impone el
ayuntamiento?
Si junta central fallera está dispuesta como
un “casal normal de barrio”, falta entonces la figura del presidente infantil. He de decir que esa figura ya existe en alguna
población de alrededor de Valencia.
Seguramente los más puristas de nuestras
fiesta dirían que nunca ha habido esa figura en la larga historia de las fallas
, que vaya innovación mas innecesaria, pero yo la respuesta que les daría a
esas personas seria, que igual que a lo largo del tiempo se ha cambiado los
materiales con los que hacemos los monumentos y se ha ajustado tanto las
comisiones como Junta Central Fallera a los momentos actuales, se deberían
cambiar los distintos cargos y ¿por qué no? ampliarlos, si así fuese necesario,
para conseguir un mayor conocimiento de nuestras fiestas y una mayor defensa de
la idiosincrasia de las mismas, tanto dentro de Valencia, como en el resto de
España o el resto del mundo.
Otras voces podrán decir que “otro gasto mas a
añadir a las arcas de junta en estos momentos de crisis”, pero yo les
recordaría todos los gastos superfluos e innecesarios que se hacen y son
muchos.
Está claro que excusas siempre podemos buscar
y encontraremos de toda índole, pero ahora lo que falta son ganas de trabajar
para conseguir esa posibilidad, esa igualdad que tanto les llena la boca a
algunos, indistintamente del color político que procesen, y que la pregunta de ¿Por qué yo no? algún día, quede en el olvido.
¡Ahí queda señores de Junta! la pelota está en su
tejado.
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