
Los jardines del Palau se en
vuelven con un ambiente entre la falsedad y las envidias a la par, porque claro
como no salga tu candidata, es que el jurado esta comprado y si sale es que han
sabido ver en la susodicha lo gran fallera que es.
Lo mejor de todo es el gran verano
que nos pasamos todos, que si fulanita se la van a cargar, que si menganita ya
está dentro de la corte,…Pero hay que
admitir que si no fuera por estas conversaciones, en las que nos dejamos la
piel, el verano perdería la chispa fallera.
Y por supuesto llega el mágico mes
de septiembre y con él los jurados, que por mucha distinción y cargo que
tengan, no se libran de ser protagonistas o antagonistas en los corralillos de
los frikis de las peinetas, y sobre todo
les unimos grandes parentescos con algunas de las candidatas. Personalmente a
mí los que más me gustan son esos que dicen algo como… -el jurado tal es el
primo tercero de la novia del vecino del quinto donde veraneaba el abuelo del
presidente infantil de hace tres años de la falla de la candidata X. Vamos lo que vienen siendo lazos de sangre.
Pues así hasta el 27 por la mañana, ya que ese día lo podríamos denominar “el
día de los chivatazos - que si me han dicho que está sale, que si a mi amiga le
han dicho que sale la otra. Y al
decir los nombres de las 26
agraciadas empiezan las maldiciones de
las frustradas y el famoso “es que yo
era la 14”
Así que solo me queda decir a las
candidatas que disfruten de esta experiencia única, a los familiares que no se
lo tomen tan a pecho, al jurado que tenga buen ojo y a los demás que no seamos
más juristas que el jurado.(c) veus de festa
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